Siglo XV
Córdoba, 1473. El bachiller Diego de Rivera regresa a la ciudad después de estudiar en Salamanca y la encuentra sumida en la miseria y el sufrimiento de la gente del pueblo. Las correrías de nobles, caballeros y clérigos, llenan las calles de muerte y desolación, aflorando en este río revuelto todas las pasiones y miserias del alma humana. A esto se suma que la presión sobre moros y judíos de España nos ayuda a apaciguar los ánimos y un recelo cada vez más insostenible acorrala a aquellos que se
convierten (a los más tempranos conversos). En este friso convulso y violento, dominado por una iglesia infectada por la depravación, sobresale la figura del Tesorero de la Catedral, don Pedro Fernández de Alcaudete, -personaje histórico del siglo XV, del que únicamente se conoce su truculento final- y que domina toda esta vorágine, llevado por su ilimitada ambición.
La verdad es que no me ha gustado nada este libro. Los personajes son muy lejanos, no empatizas nada con ellos, incluso llega un momento en que te caen hasta mal. La historia es aburrida, en realidad no hay una finalidad concreta para los personajes, dan vueltas sobre lo mismo y llegan a cansarte. No se aprende nada y me ha resultado una pérdida de tiempo y dinero leerlo.
Páginas: 304
Precio: 7,60€
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